Diario Información,opinión 28 de Noviembre 2012.
CARLOS DE AGUILERA
Esta semana se cumple un año de la declaración de la UNESCO como "patrimonio inmaterial de la humanidad" a la cetrería. Según el diccionario, la cetrería es el arte de criar, amaestrar y curar los halcones y demás presas que servían para la caza de volatería. Tomemos esto como una definición de raíces amplias y de condicionamientos expresivos. La volatería es un modo de apartar de la belleza de las aves el posible contagio con la cocina e incluso con el simple hecho de la observación a través de una jaula, como es posible que crean algunos. No es lo mismo un halcón en vuelo que cualquier otra cosa que se desplace por el aire movida por sí misma. Cualquiera pudiera definir que un moscardón también vuela y también tiene su sitio en el nomenclátor de los seres que tanto envidian los hombres. No hay sino haber tenido la suerte de volar sin ninguna clase de artificios de motor para darse cuenta de que la dimensión del vuelo -que los hombres jamás conoceremos- está en el límite de lo que un filósofo presentaría en el orden de lo inalcanzable.
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