AEMS Rios con vida:De pesca por Navarra


ALICIA DEL CASTILLO
Con la captura y suelta el pescador se implica en la gestión
El pasado año 4.127 personas acudieron a pescar a ríos del norte de Navarra
Pasar un día tranquilo, en contacto con la naturaleza y recorriendo el río en busca de truchas. Y después, o bien intentar la pesca al modo tradicional (extractiva) o bien, la 'captura y suelta' antes conocida como pesca sin muerte. Se trata de convertir esta afición en un recurso turístico. Y para ello es necesario sobre todo que el río esté en las mejores condiciones y que haya un buen número de truchas. En ello trabajan distintas administraciones y entre otros, destaca el proyecto Gevert, entre el Gobierno de Navarra y Pirineos Atlánticos. 
 
Cuando hace cinco años el Gobierno de Navarra detectó el descenso alarmante en el número de truchas en los ríos del norte de Navarra, tomó la decisión de prohibir la pesca. En tres años, la población aumentó considerablemente y desde el año pasado se permite pescar, pero con el llamado Sistema Sostenible, que tiene defensores y detractores. Los pescadores sólo tienen la opción de acudir a pescar cinco días en toda la temporada y cada día sólo pueden llevarse a casa tres truchas.
Los pescadores ribereños, los que viven junto a los ríos, siguen defendiendo la pesca tradicional o extractiva. Prudencio Quiroga, responsable de Medio Ambiente de la Sociedad de Pescadores de Bera, afirma que sus socios están «molestos con este sistema. El primer día hubo muchos pescadores que no pudieron acceder al río por falta de permisos. A las 4 horas de abrirse la opción de pedir los permisos, ya no quedaban. Es un sistema pensado para la gente joven, porque aunque da la opción del teléfono, necesitas imprimir el papel». No están de acuerdo con la 'captura y suelta'. «El río es nuestro, de los que vivimos aquí. Pero no aceptan ninguna de nuestras peticiones. Pedimos que se adelantara la temporada de pesca de salmón, que se repueble con los salmones de aquí, con los más grandes, y nos dicen que esos no hay que tocarlos».
No son optimistas de cara al futuro. «Antes veías un montón de chavales pescando. Ahora, no». Y lo que más les preocupa es que creen que «con este sistema se está potenciando el furtivismo, que además es muy difícil de controlar».
Jorge Teniente, presidente de la asociación AEMS-Ríos con Vida de Navarra, cree que que el sistema «es bueno, lo que no es tan bueno es cómo se utiliza. Es importante que se mantenga el número de truchas en el río y con este sistema eso no ocurre. El año pasado se capturaron 11.000 truchas, que no volvieron a las aguas».
Supone una pérdida del 29% de truchas de talla pescable, lo que ha llevado los niveles de truchas adultas a los valores de 2007. «No se dan cuenta de que la pesca cada vez es más importante para el turismo. Hay un turismo muy interesado en buenos ríos y el año pasado el Bidasoa fue uno de los mejores ríos para pescar de toda España».
Teniente recuerda que la pesca en régimen de captura y suelta «es una de las herramientas de gestión de pesca más utilizadas y consolidadas en todo el mundo pues afecta directamente a la supervivencia de los peces capturados por los pescadores, contribuyendo a su conservación y renovación como recursos naturales y a la calidad de su aprovechamiento». También señala que la devolución con vida de los peces capturados al medio «supone una implicación directa del pescador en la propia gestión de la pesca, ya que los ejemplares que restituye al medio contribuirán al mantenimiento y a la mejora de las poblaciones, o al menos a que no disminuyan o se degraden».
En Navarra, de los 4.127 pescadores que acudieron a pescar en 2011 a ríos del norte de Navarra, un 37% manifestó haber pescado en régimen de captura y suelta. Este colectivo reivindica más tramos libres en este régimen y que se promocione la pesca conservacionista, quizá canjeando un permiso de pesca extractiva por dos de captura y suelta. Desde el 1 de mayo los pescadores han regresado a los ríos del norte de Navarra. Ese día se abría la temporada para la trucha y también para el salmón en el Bidasoa. En Endarlatsa, José Bronte de Arguedas conseguía el primer salmón de la temporada. Aguas arriba, cerca de la presa de San Tiburcio, entre Doneztebe y Sunbilla, el vecino de Zizur, Francisco Javier Cardenas, enseñaba a sus hijas Laura y Sonia algunos lances.

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