Drenaje de Bajo Impacto frente a Restauración de Cauces: Buscando soluciones efectivas para la Reducción de la Carga de Sedimentos y Nutrientes en las Aguas de Lluvia

Iagua (2 de Septiembre 2011):

 Este artículo es de WATERXPERT y el Curso de Captación y Gestión de Aguas de Lluvia en Núcleos Urbanos.

 Traducido del artículo original: Comparing LID and Stream Restoration Finding cost-effective ways to reduce sediment and nutrient loads. By Daniel E. Medina & Shannon Curtis*

 El objetivo de mejora de la calidad de las aguas de la bahía de Chesapeake ha conducido, desde hace mucho tiempo, a realizar importantes esfuerzos en la búsqueda de soluciones más rentables y eficaces para la gestión de aguas pluviales en los estados del Atlántico medio.

 Con el tiempo, el criterio establecido de control de los picos de caudal máximo, ha evolucionado hacia la reducción de los volúmenes de escorrentía mediante la utilización de Sistemas de Bajo Impacto (LID) (Drenaje Urbano Sostenible). Dichos sistemas se basan en la infiltración y en la desconexión de las zonas impermeables con los cursos de agua.

 Aunque el desarrollo de este tipo de soluciones permite reducir la escorrentía y mejorar por tanto la calidad del agua, este enfoque puede resultar complejo y costoso en zonas densamente urbanizadas.

 Por lo tanto, las fuentes y causas de contaminación deben ser analizadas y tenidas en cuenta mientras se formulan estrategias para reducir la entrada de contaminantes en la bahía de Chesapeake y sus afluentes.

 En ciertos casos en los que las realizaciones de actuaciones de bajo impacto puedan ser muy costosas, la restauración de cauces puede proporcionar un enfoque más rentable para reducir la carga de contaminantes, tanto de sólidos en suspensión como de nutrientes.

 Planificación de la Carga Máxima Total Diaria (TMDL) para la Bahía de Chesapeake

 El 29 de diciembre de 2010, US EPA finalizó un ambicioso esfuerzo normativo para determinar la carga máxima total diaria (TMDL), para la Bahía de Chesapeake. De esta manera se pretende reducir las cargas de nitrógeno total (NT), fósforo total (PT), y de sedimentos que descargan en la bahía y sus afluentes. Bajo esta normativa los estados del Atlántico Medio deberán implementar numerosas medidas en 2025 para asegurar la reducción de los tres contaminantes indicados y que son considerados como las mayores amenazas para la calidad de las aguas de la bahía. Dicha norma establece que todas las jurisdicciones en conjunto deberán reducir las descargas de dichos contaminantes en las siguientes cantidades: N total en un 25%, P total en un 24%, y Sólidos suspendidos totales (SST) en un 20%, en comparación con los niveles de 2009 fijados por la EPA . Como es obvio, la implementación de medidas para poder alcanzar estos objetivos requerirán de una serie de recursos técnicos y financieros relevantes de cara a mejorar la calidad del agua de la bahía.(Leer artículo completo)

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